martes, 26 de marzo de 2013

Confesión 01 por perder la cuenta

Corre la arena del reloj. Hoy les digo, mis nobles, fieles y alegres bloggers que por estos pagos han de deslizarse... ¿Dónde está la dueña de este cuaderno?

Ahora está escribiendo esto y son como las dos y media de la madrugada. Ustedes lo leeran mañana a una hora decente, posiblemente con un abrigo de lana para conservar el escaso calor corporal y una mano en la entrepierna para facilitar así el rascado de las pelotas.

A esta hora suelo aprovechar para leer giladas mientras duerme la dueña y señora de mis tetas. No esperen mucho, pero regresé a esta, mi casa, y pintaré las paredes, retiré el polvo y las telarañas y sí me queda tiempo voy a hacerme una limpieza de cutis porque tengo la frente llena de pornocos.

2 comentarios:

W.F.: ahora mismo necesito ese abrigo de lana. No sé porque uno siempre tiene una araña en la esquina de su techo. Será que todos pensamos que si nos pica vamos a tener superpoderes, sentido arácnido por ejemplo, y por eso no las matamos???
Saludos bloggeros.

Nada como matar una araña con una patada al estilo van damme

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