sábado, 30 de marzo de 2013

Confesión 02

Alguna que otra vez me he preguntado sí será necesario hablar de esto en un divan o sí no le tengo que dar mayor importancia.

Para muchos caminar por la vereda sin pisar las líneas entre baldosa y baldosa era un simple e inocente entretenimiento, e íbamos todos felices y seguros apoyando talón a resguardo y planta del pie bien en el centro. Hasta que un día un gil -de esos que seguro vivía en calle de tierra o peor, empedrado (cosa que odio con todo mi putrefacto bobo) dijo "todos los que caminan contando las baldosas y no pisan la línea sufren trastorno obsesivo compulsivo"

A partir de ese momento hubo que empezar a disimular y así se inventó la rayuela y el mocca con granadina y pasas de uva. Uno de estos inventos no tuvo mucha repercusión pero se le guarda muy bien la patente por las dudas. El otro es consecuencia de la incertidumbre, como me pasa a mi.

Les juro que no puedo hacer algo sí no está en el orden correcto que debe tener. Desde chica me cago todos y cada uno de los tutti fruttis donde al no recordar un animal y y una comida que empiece con D no podía pasar a "países" y todos sabemos que está Dinamarca. Pero también tenemos Djibouti, que está en África y con mucha alegría encontré una tarde... Pero jamás pude refregar en la cara a nadie.

Cuando me hago una tostada es manteca y dulce. No existe otra alternativa posible y no importa si te gusta la mermelada o dulce de leche, el dulce de batata o membrillo. Es manteca - luego dulce.

Para bañarme empiezo por cabeza, cara, hombros, brazos, tetas, panza, pochola, culo, piernas y piernas. No existe otra manera de bañarse y que sea correcta.

Lo mismo para vestirme. Siempre hay que arrancar por el calzoncillo o bombacha y luego, de ser mujer, corpiño y pasar directamente al pantalón. No es aceptable ponerse una remera sin antes haberse puesto un pantalón. De hecho, la vez que lo intenté para llegar temprano a la escuela me sentí tan mal, tan incómoda q tuve que pedir permiso para ir al baño, desvestirme completamente y vestirme otra vez de la manera correcta.

martes, 26 de marzo de 2013

Confesión 01 por perder la cuenta

Corre la arena del reloj. Hoy les digo, mis nobles, fieles y alegres bloggers que por estos pagos han de deslizarse... ¿Dónde está la dueña de este cuaderno?

Ahora está escribiendo esto y son como las dos y media de la madrugada. Ustedes lo leeran mañana a una hora decente, posiblemente con un abrigo de lana para conservar el escaso calor corporal y una mano en la entrepierna para facilitar así el rascado de las pelotas.

A esta hora suelo aprovechar para leer giladas mientras duerme la dueña y señora de mis tetas. No esperen mucho, pero regresé a esta, mi casa, y pintaré las paredes, retiré el polvo y las telarañas y sí me queda tiempo voy a hacerme una limpieza de cutis porque tengo la frente llena de pornocos.