sábado, 30 de mayo de 2015

18:34 - No comments

Biblioteca y Videoclub

Los sábados grises son domingos camuflados.

Y los días grises (o domingos) generalmente me quedo en casa a ordenar y limpiar la pieza. Una vez al mes la limpieza es profunda así que corro todo de lugar para que no se junten chobis en la pieza.

Y cada vez que hago la limpieza profunda saco entre dos o tres bolsas de basura. ¿Cómo carajos se puede juntar tanta mugre? ¿Cómo es que si hace treinta días saqué toda la mugre posible vuelve a haber cachivaches para tirar? Esos son los misterios que hay que empezar a investigar. Señores científicos: Dejen de buscar vida en otros planetas porque hay entes por acá, dando vueltas, generando mugre y confusión.

Entre las cosas que estuve revisando me encontré con:

- 9 temporadas de X Files (Los Expedientes Secretos X)
- Como 6 temporadas de The Shield.
- Argensoma.
- Clue, el juego de mesa que nadie quiere jugar conmigo. Pupita debería crecer pronto para este tipo de cosas.
- La Torre Oscura I. El Pistolero.
- Orsai 2.
- Más Respeto Que Soy Tu Madre.
- Un álbum de fotos.
- Discos de Lacrimosa.
- Más libros.
- Un hipogrifo.
- Una Ps2 sin los joisticks (cuánta maldad hay en el mundo)

Ya no sé por donde arrancar. No sé si me voy a poner a buscar joisticks urgente, si voy a anclar con alguna de las series, si me voy a poner a leer, si me acuerdo que tengo hijos.

En fin. Los sábados grises vienen bien para limpiar.

P.D: No sé si fui tan mala de no contarles que Pupita tiene un hermano, que por cierto el martes cumple 6 meses.

Bueno. Más vale medio año tarde que nunca. Cuando esté en una PC les presento al nuevo clon. Lo podríamos llamar Pupito, pero Pupita le puso otro nombre. Ya les cuento después.

domingo, 10 de mayo de 2015

De esta maternidad incomprendida

La primera vez que tuve que amamantar a mi hija en público fue una situación bosta. Por alguna razón me daba vergüenza y mucha incomodidad. Ella tenía dos semanas y mucha hambre. Me senté y tapé a mi bebé como si estuviéramos haciendo algo malo. Era incómodo así que después de un rato terminé sacandole la manta. 

Todavía me acuerdo la cara de asco que me puso una chica, que tendría unos 19 o 20 años (no muchos menos que yo, que en ese entonces contaba 22) me miró como si la ofendiera mi presencia. La ofendió mi accionar. La ofendió mi desnudez y el hambre de mi hija, que sólo se alimentaba de mi. La ofendió que mi hija no supiera entender que hay momentos íntimos que no debemos hacer públicos.

Me sentí realmente pésima en ese momento. 

Con el tiempo me volvió a pasar de nuevo. Nuevamente me tuve que sentar y darle teta a mi hija en una sala de espera. Nuevamente vi otra cara de asco. Esta vez de una chica más grande que iba acompañada de una amiga. Recuerdo el comentario: "Estas pendejas planeras, viven teniendo hijos uno atrás de otro y están en todos lados. Te llenan un bondi de pendejos y pelan teta donde quieren". 

El resto de las cosas que dijo las dejo a un lado, porque quiero resaltar sólo el asunto del amamantamiento.

" Es un momento íntimo, tuyo y de tu bebé". Si. Pero también es alimentar a tu hijo, saciar hambre y sed, calmar su ansiedad. Las tetas que tenemos no son un adorno sexual. ¿Por qué me tiene que dar vergüenza alimentar a mi hijo en público? ¿Por qué es tan grave mi desnudez para vos? 

Vergüenza... Una teta con leche para un bebé. No lo comprendo.