jueves, 25 de julio de 2013

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Megapéutico

La actualización de la app de Blogger para android me está intimidando. Tengo un borrador desde hace un mes pero no guarda lo que agrego cuando estoy al pedo y decido escribir.

Estos textos son un poco terapéuticos. Tera... ¿Tera no es una medida? ¿Viene después del giga? 1024 mb hacen un giga. 1024 gigas ¿hacen un tera? 1024 megapéuticos hacen un terapéutico.

Ok, no.

Es temprano para decir boludeces. Sólo venía a aclarar que sí no actualizo es por culpa de las actualizaciones malvadas de blogger.

martes, 23 de julio de 2013

Iba parada en el lugar reservado para las sillas de ruedas en el trescientos seis, con los auriculares puestos y el volumen al mango escuchando "Limbs" de Agalloch. Tema que dura un tercio del viaje. El amontonamiento me mareaba mucho y muy sutilmente alguien había dejado escapar un flato de altos niveles de concentración. Decidí mirar por la ventana y tratar de distraerme en el viaje, pensando en el sonido de guitarra que entraba crudo a mis oídos.

Y ahí sucedió.

Mirando por la ventana una imagen me llamó mucho la atención: Una familia. Papá con un nene a upa, mamá con un bebé a upa e hijo parado.

Solo hizo click arriba, en el engranaje que controla el flujo de ideas absurdas de Wirkerfrau, donde se gestan las más innecesarias acotaciones de sobremesa y dan a luz todo tipo de giladas como lo que está leyendo usted ahora, ahí, mirando la pantalla creyendo que yo tengo idea de cómo escribir algo. Sepa que no. Pero siga leyendo.

Miré a la familia en lo que pareció un pestaneo fugaz, lo que tardó el colectivo en seguir el recorrido, tiempo suficientemente largo como para que pensara:

"La gente no debería tener más hijos que la cantidad que puede cargar en brazos. ¿Qué pasa sí hay una invasión zombie y tienen que huir?"

Debo decir que mi cabeza crea una incontable cantidad de estos pensamientos al día. Uno atrás de otro sin dejar un margen demasiado grande entre ellos. Nunca stand by. Es la manera que tiene mi cabeza de distraerse sanamente de la rutina.

Pero nunca me los guardo para mi.

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P.D: Estaba escribiendole sobre los DOS robos que sufrí en UNA semana. Uno fue en la calle, a la salida del trabajo. El otro fue en casa mientras dormíamos. Toda la adrenalina esa noche. Estamos bien. Me robaron plata, el celular, una bicicleta y un control remoto.

Extraño el control remoto. Todo lo demás se vuelve a conseguir pero ¿vieron que cuando uno rompe o pierde -o le roban- un control remoto te da paja ir a comprar otro?

Puta aplicación de Android que borró mi entrada. Pero gracias por dejarme administrar mi blog otra vez.

Señores pendejos chorros: sí leen esto ¿les puedo pedir que desactiven mi cuenta de blogger de ese celular? Y tiren esa foto de carnet de mi hermano con cresta. Sólo yo tengo permitido burlarme.